Partido Comunista de Puerto Rico
12 de mayo de 2014
San Juan, Puerto Rico
Comunicado de prensa
El Partido Comunista de Puerto Rico condena la nueva ofensiva del capital financiero en contra de la clase trabajadora y, de los cada vez más amplios sectores de nuestro pueblo, que seremos lanzados (as) a la marginación con la aprobación del nuevo presupuesto colonial. Para este año, los guaynabitos del PPD no han tenido reparos en implementar las “políticas de austeridad” recetadas por Wall Street, que no son más que la continuación de la ofensiva del capital financiero contra la clase trabajadora, a niveles nunca antes vistos.
Con la declaración de “Emergencia fiscal” del gobernador García Padilla, se le da continuidad a las tácticas oportunistas de la administración de Fortuño de infundir miedo en el pueblo y que de esa forma la clase trabajadora nos sintamos apelados (as) a “aportar para solucionar la crisis.” Con los recortes proyectados de cerca de $1,350 millones, donde el golpe fuerte lo recibirán el Departamento de Educación con $296 millones, $127 millones a las corporaciones públicas y $250 millones en nómina, lo que García Padilla debió haber declarado fue una emergencia social. De poner a pagar impuestos al gran capital, multinacionales, bancos, hoteles, ni una palabra.
La punta de lanza de esta nueva ofensiva llamada Ley de Sustentabilidad Gubernamental, elimina de golpe y porrazo importantes conquistas de la clase trabajadora como la acumulación de días por enfermedad y la posibilidad de aumentos salariales. El anuncio de los nuevos horarios extendidos en las agencias de gobierno, que de primera impresión pareciera sensato, lo que hace es aumentar la carga y horas de trabajo por el mismo salario. Con la sangría de jubilaciones que se avecinan por el robo de los sistemas de retiro gubernamentales y la congelación de cientos de plazas, se garantizará un empeoramiento en las condiciones laborales y por tanto, de la calidad de los servicios.
Estas medidas que pudieran parecer “razonables”, representan la profundización de la pobreza en el país ante la imparable alza en el costo de vida, sobre todo de los artículos de la canasta básica. Ante la negativa gubernamental a la negociación de los convenios colectivos, la respuesta de algunos líderes sindicales, como Federico Torres Montalvo y compañía, ha sido hacerse portavoces de las posturas de la burguesía con un juego de palabras de aparentar representar los intereses de sus matrículas cuando ya de antemano las entregaron en “la mesa de negociación”. La clase trabajadora organizada en sindicatos gubernamentales y de empresa privada tenemos que renovar, no solo algunos de estos lideratos aburguesados, sino también las organizaciones de lucha económica desde una perspectiva clasista que den al traste con toda esa burocracia podrida que atrasa el avance de nuestras luchas.
Para este año los bonistas están muy atentos a la discusión del presupuesto principalmente para asegurar su tajada de las asignaciones proyectadas, luego de la pasada emisión de bonos de obligación general (GOB) de $3,500 millones. Con su trillada táctica de meterles miedo a los (as) administradores (as) coloniales amenazando con degradar el crédito del gobierno, y aun declarándolo “chatarra”, esa venta de bonos de abril tuvo un rendimiento del 8%, es decir, que ganaron 95 centavos por dólar.
A medida que se profundizan las políticas económicas, políticas y sociales de Wall Street, aumenta el descontento y el rechazo de clase la trabajadora y el pueblo por la explotación que ejercen los bonistas sobre nuestros hombros en los aspectos más básicos de nuestras vidas como el acceso a condiciones dignas de trabajo, salud y educación. Para el presupuesto este año, que suma cerca de $8,413 millones, es decir de la riqueza que produciremos la clase trabajadora, los bonistas se llevarán cerca del 53%, una friolera aproximada de $4,500 millones.
A medida que continúe el empobrecimiento de la clase trabajadora y de amplios sectores sociales, los representantes del capital, de aquí y de allá, siguen profundizando las contradicciones de la destrucción de su sistema de explotación. Para poder comenzar a encaminarnos hacia el cambio social y político que intuitivamente cada día más y más sectores reconocen como necesario, la formación de nuestra conciencia de clase y en la organización serán fundamentales. Solo con la organización y con el objetivo de darle mayor importancia al ser humano que al capital en el quehacer social, podremos dirigirnos a plantearle un reto serio a la burguesía colonial e internacional.
Seguiremos insistiendo en la ilegalidad de la deuda porque la asume a nuestro nombre gente que no representa nuestros intereses y porque se despilfarra el dinero en robo y pillaje. En el 116 aniversario de la invasión yanqui recordamos que, con la llegada de la infantería de marina arribó a nuestras playas el poder de Wall Street y con ellos, la implantación por la fuerza de la tiranía del capital.
¡No al pago de la deuda ilegal!
¡Revolución o sometimiento!
¡Comunismo o barbarie!
Comisión Política PCPR
Alberto Torres
partidocomunistapr@gmail.com