Mientras el magisterio agota los recursos del diálogo y la negociación con el títere del capital financiero, Alejandro García Padilla, para evitar el robo descarado de sus sistema de retiro, en la oscuridad de las sombras conspiran personajes tenebrosos junto con las «casas acreditadoras» para dar el golpe. Tal parece ser el caso en las altas esferas del gobierno colonial, donde es evidente que la confrontación entre el ejecutivo y la presidencia del senado va mucho más allá de la forma y contenido para la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
Aunque AGP convocó a la sesión extraordinaria una vez tuvo «cuadrao» un proyecto de ley que satisfaga a los bonistas y a la vez engañar al magisterio, lo madrugó Eduardo Bhatia. Este personaje, con vocación de dictador, se ha convertido en el portavoz más furibundo de los intereses de los bonistas, quienes desesperados por la parsimonia de AGP, han dado la orden de iniciar el trámite, aunque fuera saltándose la convocatoria del ejecutivo.
Al parecer las ejecutorias de AGP no han sido del agrado de los bonistas, ese grupo de mafiosos que ejercen un poder ilimitado en la colonia del imperio, por varias razones. Veámos.
1. La admisión de AGP de que la prisa para el tumbe del sistema de retiro de maestros (as) se debía a la amenaza de degradación del crédito de Puerto Rico por los bonistas. Esto los expuso ante la clase trabajadora y el pueblo como lo que son: depredadores del trabajo ajeno.
2. La pantomima de «negociador sindical» que lleva escenificando AGP para convencer al magisterio de lo inaceptable ha irritado de sobremanera a los bonistas, fundamentalmente porque no acaba de cumplir los acuerdos que llegaron en pasadas reuniones y esas acciones lo proyectan desde una posición de debilidad.
3. La «guerra de cifras» que ha desatado AGP lo que ha hecho es confundir a sus miembros (as) de gabinete, quienes lucen cada vez más erráticos (as) al presentar cifras que no cuadran, ni entre ellos (as) ni con la realidad material en que vive y sufre la pobreza el magistrio.
Estos eventos, junto con las condiciones objetivas económicas y sociales, que caen como una cortina de acero sobre el magisterio, les hacen ver con mayor claridad que se juegan la vida en esta coyuntura. Para colmo de males, el tumbe del sistema de retiro es solo la primera fase de un proyecto más abaracador: falta la aprobación del Plan Decenal en enero de 2014. Una vez se complete este «trámite» se profundizarán unas condiciones de explotación severas para el magisterio y los grupos de capitalistas que pugnan por el presupuesto de educación no tendrán que «bregar»con el Departamento de Educación.
Para muestra un botón. El Abayarde Rojo obtuvo copia de una factura de una de estas compañías que actualmente drenan el presupuesto de Educación. La compañía Grolier, una subsidiaria del pulpo Scholastic, facturó en octubre de este año por «servicios» irrisorios la friolera de $354,050. Esto es solamente por un mes y en una sola escuela. ¡Si multiplicamos esa factura anual sumaría $4,248,600!
La lucha por preservar el retiro es parte de un proceso mucho más amplio de privatización. El magisterio tendrá que luchar de la misma forma en contra de la privatización, porque se hace cada vez más evidente que está en juego su taller de trabajo como se conoce hoy. La clase trabajadora en nuestro país, tanto del sector público, como del privado, debe considerar esta coyuntura para solidarizarse con el magisterio con acciones contundentes. Esta agresión contra el magisterio revierte contra nuestra clase, más aun contra nuestros (as) hijos (as).
Solamente se podrá frenar esta ofensiva general del capital con el fortalecimiento de un frente de lucha de la clase trabajadora que sobrepase lo coyuntural. Para ese propósito fue creado el Frente Amplio de Solidaridad y Lucha (FASyL) y que debemos continuar trabajando en su fortalecimiento para que los sectores oprimidos por el capital y sus lacayos (as) nos encontremos en posición de confrontarlos organizadamente.
¡Comunismo o barbarie!