Comunicado de prensa
Partido Comunista de Puerto Rico
17 de junio de 2013
San Juan, Puerto Rico
El Partido Comunista de Puerto Rico denuncia la profundización en la ofensiva del capital financiero contra nosotros la clase trabajadora. Ya disipada rápidamente la euforia del triunfo de los “patriotas” del Partido Popular Democrático la misma se manifiesta descarnadamente con la pasada aprobación de la reforma de la Administración de los Sistemas de Retiro y con el debate demagógico del presupuesto para el año fiscal 2013-14.
Durante las pasadas semanas se ha estado “discutiendo” las nuevas medidas impositivas para poder cuadrar el presupuesto, el cual, según fuentes de entero descrédito aseguran que ronda los $1,400 millones. Ha habido un largo desfile de funcionarios, economistas burgueses, todos cacareando la necesidad de gravar nuevos impuestos pero “evitando ponerle la carga a las clases trabajadoras”. Mientras la burguesía, seguida por los colegios profesionales, se niegan a pagar por sus ingresos y pretenden que nuevamente recaiga el peso de la crisis sobre nuestros hombros. Al punto de amenazar abiertamente de que el IVU propuesto para transacciones entre negocios tendrá el efecto inmediato de encarecer los servicios a nuestra clase trabajadora.
Estas medidas han causado un debate ficticio entre el ejecutivo y el legislativo sobre dónde colocar la carga de los nuevos impuestos. Por un lado, el ejecutivo tiene plena conciencia de que estas medidas tendrán un costo político en las próximas elecciones, y maniobra para dirigirlas hacia sectores que no contribuyen a los recaudos del Estado. Mientras que la legislatura, y en particular la Cámara dirigida por el fascista Jaime Perelló, permanece secuestrada por esos mismos sectores, quienes junto al fundamentalismo religioso, pretenden colocarse al margen de la crisis. Estas discrepancias se han resuelto felizmente con la creación de un nuevo catálogo de exenciones del IVU y que inevitablemente tendrán la consecuencia de cumplir la amenaza de la burguesía de encarecerlo todo.
Lo más positivo de este proceso ha sido que los guaynabitos del PPD se han quitado la careta y nos dicen con una claridad diáfana que debemos entregarles todo nuestro presupuesto a los bonistas. La clase trabajadora debemos preguntarnos ¿Cómo es posible que en un país en que nosotros aportamos el doble de impuestos (más de $2,000 millones) frente a las corporaciones (cerca de $1,000 millones) debemos asumir el costo de la deuda? ¿Cómo se explica que con los miles de millones de dólares que se recaudan en este país no sean suficientes para afrontar los costos de las operaciones del Estado? La respuesta es sencilla: para pagar el endeudamiento ilegal (disfrazado como deuda pública) debemos entregar todo al capital financiero. Es decir, pensiones, carreteras, hospitales, escuelas, recursos naturales y humanos, todo es mercancía para ponerla a disposición del mercado.
Por otra parte, a partir del 1 de julio, con la nueva ley de retiro, se profundizará la explotación de nuestra clase junto con su empobrecimiento acelerado con la ruptura del “contrato social” entre la clase trabajadora y la burguesía. Después del 1 de julio las y los empleados públicos no cotizarán más para el retiro ya que con esta ley el patrono no estará obligado a hacer su aportación. Con el mecanismo de la “Anualidad Vitalicia” dicen respetar ese supuesto contrato, pero en la práctica nos robarán cerca del 45% de nuestra cotización, es decir, se acabaron las pensiones. Encima de eso, con el desmantelamiento del sistema de retiro tendremos que pagar el 10% de nuestros salarios a un puñado de apostadores de Wall Street, a través del cual se asesta un golpe de consecuencias sociales catastróficas.
Entre las consecuencias más inmediatas serán en el aspecto de los servicios médicos para esas y esos jubilados “prematuros”. Al desmantelarse la negociación colectiva sobre la salud, nos pondrán a cada cual a buscar individualmente en el mercado un plan médico que “mejor se ajuste a nuestras necesidades”. ¿Qué persona de más de 55 años podrá conseguir un plan médico individual adecuado? Seguramente nadie. Para añadir, se eliminan las leyes especiales que aportaban al plan médico, bono de medicamentos, bono de navidad, bono de verano y para paliar el costo de vida. Todas han sido conquistas que hemos logrado en la lucha de clases y que nos han sido arrancadas de un plumazo.
A esto decenas de empleados públicos respondieron demandando al gobierno para evitar la implementación de la ley, planteamiento que recoge oportunistamente el tribunal supremo al declarar la ley 3 de 2013 inconstitucional, no para defender nuestros derechos como clase trabajadora, sino para torpedear la administración de Alejandro García Padilla. Pero cabe preguntarnos, ¿Por qué ese mismo tribunal no declaró inconstitucional la Ley 7? ¿Qué legitimidad puede tener una «constitución» que otorga prioridad al pago de los bonistas sobre nuestras necesidades? ¿Cómo nosotros la clase trabajadora podemos reconocer una «ley suprema» que fue mutilada por el congreso de EEUU al eliminar el derecho al trabajo, vivienda, seguridad social, en favor del capital financiero?
Como consecuencia se desata una nueva “controversia” interburguesa entre la rama legislativa y la judicial. Ahora acuden los intelectuales liberales adictos al PPD a hablarnos de razones legales burguesas sobre la nueva crisis constitucional, de por qué es importante la aprobación de estas leyes hechas a la medida de los bonistas y el capital financiero.
Con la fatídica Ley 7 se despidió a decenas de miles de empleadas y empleados jóvenes que tenían muchos años por delante de cotización al sistema de retiro. Con la Ley 3 “retiran” al sector de empleados y empleadas que portaban la memoria histórica de las luchas sindicales en el servicio público. Esto, sumado a los aumentos en peajes, agua, electricidad, alimentos, promete aumentar la brecha entre ricos y pobres. Solo nos queda la alternativa de la organización colectiva para la lucha contra esta ofensiva. La alternativa viable para instrumentalizarla es a través del Frente Amplio de Solidaridad y Lucha para poder entrelazar todas nuestras reivindicaciones por una sociedad más justa.
¡Comunismo o barbarie!
Por la Comisión Política
Alberto Torres
787-247-1893
1 de julio: inicio de una nueva etapa de despojo para nosotros la clase trabajadora, interesante. Me encanta vuestra web.
Verdaderamente vivimos una hipocresia llamada democracia aqui la democra… es de los guanabitos burgeses. Ellos y solo ellos tienen acceso total y pribilegiado, a todo en el pais y mientras se siga con este sistemita de quitate tu y me pongo yo estaremos jodios.El fanatismo y yoismo del pueblo en general no cambiara este sistema, solo cuando verdaderamente el pueblo comun al que pertenecemos la clase trabajadora se eduque encuanto a que derechos tenemos como ciudadanos y los exigamos de frente,en directo, en la calle entonces nos empesaran a tomar en cuenta.Siempre escucho a la gente despues de las elecciones decir ganamos, ganamos?que cara… ganamos!si solo gano el rico con cada eleccion que gana tanto el ppd come el pnp; ellos ya tienen compromisos de campaña adquiridos con los burgeses que aportan a ambos partidos por igual en vez de ayudar al pais con esos miles y miles que aportan pa botar en propaganda.Y por degracia la plebe no se da cuenta de el eror de perpetuar esa bandada de buitres en el poder.YO voto por conciencia voto por mi pais aunque no gane como dicen por ahi.