Por Raúl Pérez López
Si bien no pretendo hacer un análisis académico, algo que no me interesa, sino más bien una reflexión que como trabajador y desempleado ocasional vale la pena hacer. Me parece interesante ver como se habla de esos “Grandes Próceres” que da la “patria” y ese culto desmedido por esos seres que parecen ser sacados de otro mundo. Inclusive, de imitarlos y seguirlos como ejemplos para la liberación nacional en caso de una parte de la “famosa izquierda” partidaria de la independencia. Hace unos días hubo varias actividades o fechas conmemorativas de esos “Grandes Próceres”. Empecemos por Ramón Emeterio Betances y con su jornada. Una figura de gran importancia para los independentistas pero uno de los más olvidados en su pensamiento. Luego el espectáculo del gobierno con Ramón Power y la “izquierda mas aguaita” con su complacencia en su recibimiento. Por último José de Diego con varias actividades en su honor para el “Caballero de la Raza”. Ahora bien, ¿cómo se traducen todos esos actos en una acción liberadora, más allá de que las organizaciones tengas sus actividades económicas o tratar de mantener la memoria histórica viva?
¿Cual es la memoria histórica que queremos recuperar? O es que, ¿simplemente nos creemos el cuento de que la historia la escribe el individuo y no realizamos un análisis económico social para entender las condiciones del momento? Hay que entender que estos tres individuos respondían a sus intereses de clase del momento pero no vamos enjuiciarlos, son seres humanos de carne y hueso no son dioses. En el caso de Ramón Power fue una figurilla humana que respondió a los interese de los criollos en el momento, en todo caso era un conservador. Betances un liberal en su momento e inclusive más liberal que de Diego en una época posterior. Betances no era ni marxista ni nada por el estilo pero si estaba más apegado a la historia. José de Diego el gran falseador de la historia. De Diego por ser más contemporáneo vio otras clases surgir como la obrera. Su reacción fue un odio a visceral y la defensa de los grandes intereses. Se opuso al derecho del voto de la mujer. Entonces, ¿de cuál libertad o independencia habla de Diego? La memoria histórica es importante para ver por donde andamos y no caer en lo mismo.
No es simplemente creer en la independencia, si no, ¿para qué queremos esa independencia? ¿A que clases le conviene la independencia? o ¿es que el discurso de la “Gran familia puertorriqueña” (Concepto de Unidad Nacional donde las mujeres, negros y trabajadores no tenían el más mínimo derecho) nos los quieren continuar vendiendo en pleno siglo 21? Es que la sociedad esta divida en clases, de ahí hay que partir quien responde a quien. ¿Cómo se puede hablar de unidad nacional si los intereses son contradictorios debido a los intereses de clases? Un trabajador o trabajadora, mestizo o mestiza no puede sentirse identificado con De Diego. No responde a los interese de clase. ¿Que plantea esa “izquierda” de hoy día para las grandes mayorías del pueblo? Solo hablar de los próceres ajenos a esas grandes mayorías en casi todo los casos. Gastar tiempo en organizar ofrendas florales o actividades de recordación mientras los próceres leen Balada De Otro Tiempo de José Luis González para darse cuenta que la sociedad ha cambiado y que ese mundo al cual veneran era opresivo para las otra clase: las grandes mayorías que siguen estando oprimidas y explotadas.