8 DE MARZO:
Tomado del sitio web del Partido Comunista Marxista-Leninista de Ecuador
Para las organizaciones sociales y políticas democráticas, progresistas, antiimperialistas y revolucionarias, el 8 de marzo es una fecha simbólica que se la celebra con un acercamiento especial entre las mujeres trabajadoras y hacia aquellas que forman parte de las clases explotadas, como una forma de elevar la conciencia de este importante sector y vincularlas a las luchas de todos los pueblos por un mundo mejor. Contribuye a la unidad de los hombres y mujeres que trabajan por la causa del derrocamiento del capitalismo y la instauración del socialismo en el Ecuador y en el mundo.
En el presente momento, el 8 de marzo tiene lugar en un escenario propicio para afirmar y desarrollar el compromiso y la acción política revolucionaria de las mujeres pobres, porque los efectos de la crisis del capitalismo los viven cotidianamente desde todos sus espacios vitales, por lo tanto en su condición de trabajadoras están sujetas a denigrantes formas de explotación por parte de los capitalistas, pues a pesar de que la igualdad económica está vindicada en la Constitución vigente dista mucho por ser una realidad. Son también las mujeres las que engrosan en mayor número las filas de los desocupados y trabajadores informales y por sus características, desarrollan sus actividades privadas de todos los derechos sociales y económicos como la seguridad social y la garantía de un trabajo estable necesario para su presente y futuro.
Desde su condición de madres y responsables del cuidado de la vida y de la reproducción de la fuerza de trabajo, batallan diariamente por la satisfacción de las necesidades materiales y culturales de sus hijos, hijas y familia. No cuentan con los servicios sociales que el Estado tiene la responsabilidad de proveer a fin de garantizar el cuidado de los niños y niñas, la atención integral de salud y la educación.
Si estas condiciones de atraso, postergación y discriminación de las mujeres son las características inherentes al capitalismo, en medio la crisis de este sistema la perspectiva no es su disminución y menos aún su eliminación sino su agudizamiento. El imperialismo y los explotadores en el afán de detener su derrota, buscan distintas formas de evitarla, y todas las medidas que se adopten siempre serán en beneficio de los grandes monopolios y países imperialistas a costa del empobrecimiento de las clases trabajadoras.
Por otro lado, es necesario tener en cuenta que además de las medidas implementadas por el imperialismo en contra de los trabajadores y los pueblos y que son comunes para hombres y mujeres, en este escenario también ponen énfasis en los mecanismos de discriminación ideológica y cultural propias de las concepciones patriarcales con las cuales se refuerzan las relaciones inequitativas de poder entre hombres y mujeres, relaciones que son funcionales a los propósitos de dominación capitalista.
Esta situación debe ser tomada en cuenta por nuestro Partido, pues como señalaba Alexandra Kollantai, “el retraso y falta de derechos sufridos por las mujeres, su dependencia e indiferencia no son beneficiosos para la clase trabajadora, y de hecho son un daño directo hacia la lucha obrera”. Exige entonces, fortalecer el trabajo entre el sector femenino impulsando como banderas particulares la aplicación efectiva de los derechos de las mujeres consignados en la Constitución, como la seguridad social para las amas de casa y trabajadoras por cuenta propia, igualdad en el trabajo, respeto a los derechos sexuales y reproductivos. Luchar por pasar de la igualdad formal a la igualdad real de este sector.
Estas y otras demandas son parte de la causa de los explotados como clase y son mecanismos que permitirán el desarrollo del movimiento revolucionario femenino a fin de que se constituya en una fuerza que contribuya al cumplimiento de los objetivos de construir la Patria nueva y el Socialismo.