Encuentro del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, con intelectuales e invitados a la XXI Feria Internacional del Libro Cuba 2012, efectuado en el Palacio de Convenciones, el 10 de febrero de 2012, “Año 54 de la Revolución”
Décimo séptima Parte
C Farruco Sesto.- Muchas gracias, Comandante, por sus consejos, sus opiniones, sus reflexiones, su ayuda. De verdad, el pueblo venezolano estima al pueblo cubano, estima a la Revolución, lo estima a usted de una manera muy especial.
Muchas gracias por todo.
Yo había pedido la palabra para preguntarle, según usted, ¿qué significa ir al contraataque, si en algún momento ha utilizado eso?
Cmdte.- En algún momento he utilizado esa frase. Como táctica nosotros usábamos el contraataque golpeando al enemigo donde no lo espera. He conversado sobre eso cuando narro nuestras experiencias. El libro de Katiuska se lo enviamos a Chávez cuando estaba en proyecto; ahora lo reclama alegando que lo recibido era solo un proyecto.
En parte tiene razón. Pronto se lo enviaremos. Él ha estado muy ocupado en estos días, no sé de donde saca tiempo para leer tanto.
Han editado muchos libros con motivo del XX Aniversario del Movimiento Militar; en aquellos años él elaboró un sentido poema a su abuela que más de una vez ha declamado con profunda convicción. Lo suelo escuchar como un presagio de la Revolución profunda que vendrá más tarde.
Era tanquista y no paracaidista. Lo estaban tratando de pescar y lo sometían a difíciles tareas que él asumía con gran dignidad. La verdad es que su movimiento tenía tremendo apoyo porque era fruto de la gloriosa historia militar de Venezuela.
Cuenta que hubo momentos tan desesperados que estuvo a punto de convertirse en guerrillero. A mi juicio hizo muy bien en dar la batalla dentro del ejército, porque era allí donde estaban las armas y la gloriosa tradición de quien luchó por crear en América la más grande y justa de las Repúblicas. Perseverar en esa idea, hoy mucho más desarrollada por la experiencia vivida y los obstáculos a vencer, ha sido su mayor acierto.
Los crímenes más grandes contra la libertad política y la justicia social se han cometido en este hemisferio. Ninguno de sus pueblos ha escapado. ¿Qué le pasó a México? ¿Qué le pasó a Nicaragua? ¿Qué le pasó a Panamá?
¿Qué le pasó a Honduras? A México le arrebataron más del 50 % del territorio, el más rico en oro, en combustible, en petróleo.
Ninguno de la larga lista de países de América Latina y el Caribe ha escapado de los golpes de Estado, las agresiones y el saqueo yanki. Ahora le han impuesto el Tratado de Libre Comercio a varios países. No hay espacio para vivir bajo el imperio. La lucha por la independencia se ha convertido en una cuestión de vida o muerte para nuestros pueblos.
¿Qué más, Farruco?
Farruco Sesto.- Está bien. Muchas gracias.
Abel Prieto.- Aquí tenemos la Ministra de Jamaica.