El maestro y su relación de trabajo en el sistema de producción capitalista en Puerto Rico

Ahora bien, es importante aclarar que las relaciones que se establecen entre los hombres en el proceso de producción no son solamente relaciones sociales, relaciones humanas. Son relaciones entre agentes de la producción, es decir, entre hombres que cumplen tareas bien determinadas en la producción de bienes materiales. Ya hemos visto cómo estas relaciones dependen de la forma en que estos agentes están relacionados con los medios de producción: ellos pueden ser propietarios o no-propietarios de estos bienes.

— M. Harnecker (¿Qué es la sociedad?, 1986)


¿Cuál es el papel del maestro en la sociedad puertorriqueña?  Trataremos de contestar esta pregunta desde una perspectiva objetiva. Si fuéramos a contestarla desde un punto de vista meramente subjetivo caeríamos en un gran error, ya que soy maestro, y los sentimientos y emociones contaminarían la opinión. Partiendo de la pregunta inicial contestamos que el papel del maestro es reproducir la ideología de la clase dominante, que bajo el modelo económico actual lo que se reproduce es la relación de explotación que sufre el trabajador, la desigualdad en oportunidades sociales y la injusticia jurídica con todos los males sociales que esto acarrea. Esto no quiere decir que los maestros somos esbirros de los dueños del capital, de los que injurian a la clase trabajadora y desposeída del país. Sucede que las relaciones sociales de producción son relaciones que se establecen independientes del deseo o voluntad, en este caso del maestro. Por más progresistas que seamos los trabajadores de la educación la infraestructura económica del país determinará las relaciones tanto de nosotros como trabajadores como de nuestros estudiantes. Un ejemplo que ilustra el enfoque pedagógico bajo el régimen capitalista es cuando un maestro les enseña matemáticas, valores y buenas actitudes a los estudiantes bajo la premisa que sean  buenos ciudadanos. Traducido esto a la realidad concreta (realidad económica) de nuestra sociedad seria “aprende matemáticas para que junto a otros trabajadores hagan más rico al dueño de la empresa, y no lo hagan enojar, aun si tienen carencias materiales. Deja que las multinacionales te exploten y se lleven la ganancia socialmente producida, por lo menos te dan trabajo. En cuanto al Estado y sus leyes idolátralo porque si no te meten preso, ya que ellos tienen la razón, Dios así lo dispone”, esto no es la voluntad del maestro, pero es la ideología dominante que se transmite desde el Departamento de Educación, medios de comunicación y otros instituciones.

Para entender la relación que tenemos los maestros con los medios de producción en el sistema capitalista cabe señalar un ejemplo de las relaciones sociales. El obrero de las fábricas vende su fuerza de trabajo, al no poseer medios de producción, a cambio de un salario. El dueño de la fábrica, que no produce, obtiene su ganancia de lo que le deja de pagar al obrero, esto lo hace con la protección del Estado, ya que por su relación con los medios de producción los dueños de las fábricas pertenecen a la clase que controla el Estado: clase dominante. El maestro de escuela pública vende su fuerza de trabajo física, emocional e intelectual al Estado. El Estado se beneficia de dicho trabajo por la reproducción de la ideología de su clase: la clase dominante. Dicha ideología tiene como máxima el culto a la propiedad privada de los medios de producción, claro está, escondiendo con frases huecas (como división de poderes, democracia, etc.) la consecuencia de esa máxima: se produce socialmente, pero la ganancia es privada; y si hay pérdidas la responsabilidad es social no privada. Así que el dueño de la fábrica sigue disponiendo de mano de obra (cuasi esclava), se sigue enriqueciendo; y el obrero se sigue empobreciendo. Nosotros los maestros cuando solo transmitimos conocimientos basados en el actual modelo económico de explotación, es decir, perpetuando las relaciones socioeconómicas lo que hacemos es adoctrinar a nuestros estudiantes, porque esto tiene como resultado irrefutable el privilegio de unos pocos a costa de la mayoría trabajadora. Así pues, para que haya una educación liberadora, en nuestra realidad concreta, los maestros debemos asumir dos tareas fundamentales: transmitir conocimiento científico en las distintas aéreas del conocimiento; y fomentar valores revolucionarios. ¿De qué le sirve al ciudadano tener conocimientos científicos si los beneficiarios son una clase minoritaria, teniendo esta relación unas consecuencias nefastas para su prole y sociedad en general? Compañeros maestros no es casualidad que premisas tales como: el bien común, sustentabilidad, justicia social basada en capacidad y necesidad no formen parte de la “filosofía educativa de la sociedad puertorriqueña”. Entendiendo que ya el maestro no pertenece a un grupo social aparte de las dos clases antagónicas engendradas por el capitalismo: burgueses y proletarios, pues por su relación con los medios de producción y el desarrollo del capitalismo, PERTENECEMOS a la clase proletaria. Esto debido a que vendemos nuestra fuerza (intelectual, emocional y física) y ya sea directa o indirectamente la burguesía extrae plusvalía de nuestro trabajo. Entonces nos queda luchar organizadamente desde nuestras trincheras obreras (salones de clases) por la libertad real de nuestros estudiantes. Abolir los medios de producción privados y sustituirlos por los medios sociales de producción.

Otro aspecto en las relaciones de trabajo en el sistema capitalista de producción del maestro es su lucha contra el patrono, que por el propio desarrollo económico es la clase dominante (Estado-patrono = clase dominante). El maestro como un sector del proletariado enfrenta las contradicciones producidas por el propio sistema, se maximiza la ganancia (reproducción de la ideología, sin olvidar la amenaza de la privatización) a costa de reducir los beneficios del trabajador. Como maestro entiendo que es sumamente necesario luchar por las reivindicaciones inmediatas como las económicas, pero es hora de insertarnos en la lucha de clases conscientemente. Mientras exista la explotación y el desempleo seguirán deteriorándose las relaciones humanas, esto tiene repercusiones negativas en el salón de clases. En fin los maestros podemos ser  verdaderos agentes de cambio en la manera de pensar de nuestros estudiantes con el fin de construir una nueva sociedad. ¡A reproducir la ideología de la clase trabajadora!

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