Por Rogelio Acevedo

Para la gran mayoría del pueblo puertorriqueño no cabe duda de que la crisis fiscal que vive la UPR ha sido provocada por sus administradores, y que ahora pretenden achacársela a los estudiantes, profesores y trabajadores. Muchos de estos personeros, que vienen de la gobernación del tristemente célebre Aníbal Acevedo Vilá, han usado esa crisis para desatar una feroz ofensiva en contra de los trabajadores de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND).
Actualmente, el histórico sindicato se encuentra en difíciles negociaciones de su próximo convenio colectivo con la Administración. Mientras la lucha estudiantil y la represión arrecian, el sindicato ha asumido un papel menos protagónico, causado en parte por esas negociaciones. Sin embargo, han surgido diversos grupos que se muestran críticos respecto al actual liderato, por la forma en que ha dirigido las negociaciones y las posturas del sindicato frente a la administración.
Abayarde Rojo dialogó con Agustín Cabrera, ex delegado, unionado activo y miembro del Grupo de los 80, colectivo que se ha expresado crítico de la dirección, sobre la situación actual del sindicato y de otros aspectos de la lucha obrera en la UPR.
Cabrera señaló al Abayarde Rojo que una de las razones por las que el patrono ha asumido una actitud desafiante ha sido el crítico estado anímico de las bases del sindicato. “Existe un sentimiento de derrota. Hasta los delegados reconocen la necesidad de unirnos y trabajar en ese aspecto. Ellos identifican como causa que si el liderato no actúa, tampoco la base. En la última asamblea se manifestó la necesidad de exigirle (al liderato) que se mueva a la acción”.
Sobre las difíciles negociaciones con el patrono, indicó que “todas las cláusulas económicas ya negociadas están trastocadas. Tenemos aumentos salariales que no se honraron. Se quiere eliminar el banco de licencias (fondo donado por la matrícula para unionados enfermos). El pago por exceso de días por enfermedad, no realizarlo tampoco. Esta cláusula ha sido la más controversial, ya que el Comité Negociador planteó que la misma sólo beneficiaba a un pequeño grupo, principalmente profesores y gerenciales, y que, por lo tanto, debía eliminarse del convenio”.
“Nosotros no podemos permitir que se violen las cláusulas ya negociadas; esto nos hace lucir débiles ante la matrícula y la desmoraliza. Si éstas no se pelean, significará que las demás tampoco se respetarán. Esto ha causado que muchos compañeros hayan perdido la fe en el sindicato y ha traído problemas de movilización de la base en distintos momentos. Por ejemplo, la asistencia a las últimas asambleas ha sido muy baja”.
El Grupo de los 80 entiende que un elemento que podría regenerar la combatividad de la matrícula sería la reestructuración de la Secretaría de Asuntos Sindicales, encargada de darle formación sindical a la matrícula. “Nosotros hemos propuesto que se reestructuren talleres de formación sindical de los delegados, ya que éstos son la espina dorsal del sindicato porque transmiten las políticas sindicales a la base. La Secretaría de Asuntos Sindicales es fundamental para fomentar la solidaridad y una conciencia clara de lucha”.
Cabrera consideró la participación de las bases en las luchas sociales y comunitarias como elemento fundamental para fomentar la solidaridad y el fortalecimiento del propio sindicato: “Estamos participando en diversas instancias a nivel nacional (FASyL, Coordinadora Sindical), pero no explicamos a la base la importancia de participar en ellas. Esto causa que la participación de la base sea muy poca”.
Sin duda, le esperan grandes retos a la HEEND, ya que parte del destino de la UPR dependerá de su capacidad de movilización y de presentarle un verdadero reto a la Administración para lograr que se respete su convenio, y, también, para apoyar la lucha del estudiantado y el rescate de nuestra universidad.