¿Qué se trae entre manos Aníbal Vega Borges?

El Alcalde de Toa Baja era una de las figuras más simpáticas en la política puertorriqueña. Ciertamente estaba siendo favorecido en la opinión pública de su público más importante pare él: quienes lo suben, y lo pueden bajar, de la poltrona municipal.

Vega Borges
Todo sonrisas, Vega Borges recibe casi $20 millones para sus traqueteos políticos.

El descenso en la opinión pública del País, y ciertamente entre los votantes del municipio de Toa Baja, tiene que estar causándole desvelos a esta criatura de la politiquería colonial. Después de haber vendido su conciencia a los intereses guaynabitos, sus asesores le deben estar aconsejando que imite al Alcalde de Cataño y comience a zafarse de sus compromisos con Fortaleza en lo que se refiere al Gasoducto de la Muerte.

Nos avisa Wanda Ivelisse González Vélez que el Alcalde se la va a jugar fría. Está convocando, para el sábado, 30 de octubre (correcto, este sábado que ya tenemos encima) a las 10 am, en el Anfiteatro Julita Ross, una Audiencia Pública para escuchar lo que sus votantes quieren expresar sobre el Gasoducto de la Muerte.

Si la convocatoria pasa por desapercibida, y no va nadie, pues —él discurre— mejor para él. Podrá decirle a sus electores que él los invitó para se expresaran y no fueron.

Por el contrario, si se le llena la casa de toabajeños, y le expresan una oposición vehemente al Gasoducto de la Muerte, podrá decirle a su patrono que él lo respaldó mientras pudo, pero que, como alcalde, él tiene que seguir el mandato de sus electores. Algo así como lo que decía su anterior patrono, de que «el pueblo habla y yo escucho».

En ese caso le daremos la bienvenida a la oposición al Gasoducto de la Muerte. Aunque sea después de haberle visto al perro… bueno, ya usted sabe.

Con lo que no cuenta Aníbal es lo que hagamos los que no somos toabajeños, pero que sí somos puertorriqueños con rabia por el peligro que el Gasoducto de la Muerte le impondría a las poblaciones que viven, trabajan y transitan a lo largo de su ruta. Se trata de miles y miles de puertoriqueños, de todas las edades, pero eso sí, de clases trabajadoras y desposeídas. El Gasoducto de la Muerte no pasa cerca de donde vive Aníbal Vega Borges, ni ninguno de los Alcaldes alcahuetes de los intereses financieros de Wall Street y sus guaynabitos.

Por eso, con todo respeto a las organizaciones de lucha de los toabajeños, estamos apelando a todos los puertorriqueños de conciencia, a movilizarnos en solidaridad y apoyo a los toabajeños que estarán dentro del Anfiteatro Julita Ross, hablándole claramente a su Alcalde. Afuera del Anfiteatro, le diremos a la Prensa, y a través de ella a todo el País, que habemos cientos, si no miles, de puertorriqueños que le decimos SÍ a la vida y NO al Gasoducto de la Muerte.

Si las organizaciones de lucha de los toabajeños nos convocan, allí debemos estar todos los que queremos derrotar este nefasto proyecto de Wall Street y sus guaynabitos.

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