¡Maestros desunidos, seremos vencidos!

Por Nilda Mangual

El pasado domingo, 26 de septiembre de 2010 se celebró una asamblea ordinaria de delegados de la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR). La misma se llevó a cabo en la Escuela Libre de Música de San Juan. Entre las situaciones a discutirse, tenía gran importancia la aprobación del voto de huelga por parte de los delegados, propuesto por la mesa de dirigentes (CODEMI). Analizaremos lo acontecido desde una visión clasista, es decir, la lucha de clases.

Desde el registro se pudo evidenciar la falta de organización y movilización. Esto porque a las 11:00 am no teníamos el quórum necesario para dicha asamblea, según el reglamento del sindicato. Ante lo serio del asunto, es preocupante observar como, desenfrenadamente y a última hora, se comenzó a telefonear a los delegados para que asistieran. Finalmente se logro el quórum de 180 delegados a las 11:40am. Si las capas más “progresistas” y “militantes” de la federación no se movilizan para discutir y aprobar el voto de huelga, es lógico preguntarse: ¿existen las condiciones subjetivas para movilizar a maestros, que no son tan militantes, para un escenario huelgario?

Otro factor que resaltó en la asamblea fue que bajo la bandera de la lucha de clases, según CODEMI la lucha clasista, verdaderamente lo que se profesa es el sectarismo. Esto porque se ataca al sector obrero en general, cuando lo que procede es crear puentes de diálogos entre la clase trabajadora para realizar acciones concertadas. En Ponce y otros pueblos de la Isla el FASyL está comprometido con distintas luchas incluyendo la de los maestros. El “presidente» de facto de la FMPR ataca despiadadamente el FASyL. Inexplicablemente, a menos que supongamos intenciones desleales a la clase trabajadora, en su mensaje mancilla y desprecia los intentos del FASyL y de otros frentes de unificar la lucha. La lucha en defensa de la educación pública nos toca a todos  los trabajadores. Fomentar ese tipo de lucha colectiva verdaderamente seria una lucha clasista. No entendemos porque CODEMI no lo puede entender de ese modo, a menos, repito, que sus lealtades no estén con la clase trabajadora y sí con intereses mezquinos y personales. Lo más inquietante es ver cómo algunos compañeros maestros le compran ese discurso divisionista.

Tenemos que recalcar que una huelga no es lo mismo que un paro. Que la federación tiene la responsabilidad de educar y organizar para poder luchar. Estamos en un momento histórico de gran agitación política debido al descalabro del desarrollo de la producción capitalista en la sociedad puertorriqueña. Este fenómeno, el cual algunos denominan neoliberalismo, hace palpable a los ojos de muchos trabajadores que el problema no es quién o cuál partido “gobierna” a Puerto Rico, sino, que es estructural. Que la infraestructura económica del modelo capitalista de producción, donde se socializa el trabajo y se privatiza la ganancia, es contrario a los intereses de la clase trabajadora del país. Ante la caída del manto protector del capitalismo y revelarse su verdadera cara, sólo pueden tener miedo a alianzas temporeras, aunque sea con sectores menos progresistas, el sindicato que se sienta inseguro y que no comprenda la lucha de clases. O los llamados «líderes» que usan de plataforma al sindicalismo para satisfacer sus mezquinos intereses personales. Lamentablemente es el caso de CODEMI, los llamados «líderes» de la FMPR. El sindicato o sector obrero que entienda que solos pueden luchar por las reivindicaciones de su matrícula, o más pretencioso aún, por los intereses de la clase trabajadora en general, nos está tratando de engañar, y estará destinado a desaparecer. ¿Tienen los «líderes» de facto de la FMPR la intención de que nuestra unión desaparezca?

Compañera y compañero maestro nos opusimos al voto de huelga aún entendiendo la feroz explotación que este gobierno neoliberal le impone al magisterio, por estas razones:

1.  No se ha llevado a cabo el proceso de preparación de cara a la huelga (esta preparación debe ser continua), esto porque existe una división profunda en la FMPR como resultado de las elecciones internas, y de la burla a que los «líderes» de facto de nuestro sindicato han sometido a la democracia sindical. Los delegados y las locales, en la mayoría de los pueblos están desorganizados. Una huelga en estas condiciones estaría conduciendo a la FMPR a su crisis más profunda y destructora, haciéndole el juego al patrono. No habido un proceso de crítica y autocritica dentro de la FMPR posterior a la última huelga.

2. Estamos plenamente convencidos que la lucha magisterial toma su fuerza en la lucha de clases, es decir, ante las luchas de la clase obrera en general y contra el capitalismo. Ante esto CODEMI, rechaza en la práctica toda lucha unitaria de la clase trabajadora.

3.  No podemos luchar únicamente por razones “economicistas”, ya que el deterioro de la sociedad capitalista lo afrontamos en gran medida los y las maestras en el salón de clases, por ende tenemos que preparar a los trabajadores de la educación para la lucha por reivindicaciones más profundas. Entendemos que las acciones de CODEMI atrasan ese objetivo. En adición, el patrono puede apaciguar la lucha si recurre a descuentos por la participación de los maestros en los paros y huelgas. Ante esta estrategia, la lucha de clases es el arma de los maestros.

Los “logros” que hemos tenido los maestros en relación a condiciones laborales inmediatas, en gran medida se derivan de la lucha creada ante las contradicciones insalvables entre el gobierno-patrono y los trabajadores. El sistema de producción capitalista mismo crea las condiciones para la lucha, esa es la parte objetiva. Ahora bien,  entendemos que la educación y organización, la percepción de la clase obrera ante las consideraciones objetivas, es decir las consideraciones subjetivas no han sido desarrolladas. Gran culpa de este atraso, de insuflar a la lucha la emancipación de la clase trabajadora, se lo debemos a sindicatos que equivocados en la estrategia perpetúan la explotación, lo cual es el caso de CODEMI, actual “liderato” de la FMPR. Compañeros, la administración de un convenio colectivo por bueno que sea, no es suficiente para tener un ambiente de trabajo digno. Si la sociedad bajo el régimen capitalista se sigue degenerando cada vez más, nosotros los maestros seguiremos en el paredón social.

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