La otra cara de la moneda sobre el voto de huelga en la FMPR
En Conferencia de Prensa del lunes 27 de septiembre el «presidente» de facto de la Federación de Maestros (FMPR), Rafael Feliciano, declaró orondamente que «El voto de huelga aprobado por la Asamblea de Delegados es una poderosa herramienta para presionar al patrono-gobierno, para que sienta que le conviene más negociar que confrontar …ahora los delegados y delegadas de la Federación de Maestros le estamos llevando un claro mensaje de que si siguen abusando una huelga están buscando.»
Mucho triunfalismo con el «voto de huelga» pero más del 90 % de los delegados se ausentó a la «Asamblea»
El Sr Feliciano, en su golpe mediático, no reconoció que la aprobación del voto de huelga, estuvo en la cuerda floja, ya que dicha «Asamblea» estuvo a punto de suspenderse por el masivo ausentismo de los delegados —menos de un diez porciento de éstos, es decir 180 de sobre 2000 delegados, se presentó para decidir por algo tan importante como el voto de huelga. Tuvieron que pasar 90 minutos, después de la hora señalada para comenzar los trabajos, para que se «lograra» alcanzar el quórum. ¿Es esto signo de fortaleza camino a una huelga victoriosa?
A pesar de la claque que se reunió para aplaudir a su líder y para aprobar a ciegas todas sus propuestas, la oposición en la FMPR, compuesta por la Comisión de Maestras y Maestros del Partido Comunista, expuso con solidez argumentativa sus razones para rechazar el voto de huelga. En síntesis, estos puntos son:
(1) En condiciones de notable vulnerabilidad orgánica de la FMPR, una huelga aislada lanzada a destiempo beneficiaria sólo al patrono.
(2) Antes que plantearse una huelga exclusiva de la FMPR, debemos dirigir todos nuestros esfuerzos para construir la unidad combativa y coordinada de todos los maestros y, sobre todo, de todos los sectores de trabajadores de la educación pública. Y, para culminar en una gran huelga, ésta debe ser de carácter general, encabezada por todas y todos los trabajadores del sector público. Cualquier otro tipo de huelga sectorial estará destinado al fracaso, incluso peor que el fiasco de la huelga magisterial del 2008.
(3) El «liderato» de facto de la FMPR tiene que explicarles a todos los federados el doble mensaje de solicitar un voto de huelga en la Asamblea de Delegados y también declarar que «nos abstendremos de realizar una huelga o paro que conlleven la interrupción del trabajo o de negarnos a realizar nuestras funciones o labores…», según documento circulado públicamente hace dos semanas por la FMPR y distribuido entre los federados.
(4) Es absolutamente improcedente decidir e incluso discutir sobre un voto de huelga cuando la huelga magisterial de 2008 no cesó con una Asamblea —ni General ni de Delegados— sino que «recesó», o pausó, en marzo de ese año por lo que, aunque parezca absurdo, según nuestro reglamento, todavía estamos en huelga desde febrero de 2008.
(5) ¿Por qué hasta hoy los federados no hemos tenido la oportunidad de evaluar críticamente, con rigor y absoluta franqueza, la huelga de 2008 mediante asambleas locales y regionales? ¿Por qué nunca se convocaron esas asambleas con la misma vehemencia con que hoy llaman a huelga?
(6) En la base de la FMPR, las y los federados nos organizamos en uniones locales que corresponden a los distritos escolares. Es precisamente ahí dónde se evidencia de la manera más cruda el desmadre en la organización del «sindicato». Abundan las uniones locales sin organizar desde hace dos años. Otras, en cantidad significativa, existen solo nominalmente ya que no reúnen sus directivas desde hace casi un año, —y eso, que están controladas por el grupo CODEMI del Sr Feliciano. ¿Cómo se atreven a llamar a huelga si no son capaces de organizar la base de su «sindicato» como lo mandata el reglamento?
(7) Finalmente, aprobar el voto de huelga es firmarle un cheque en blanco a un «comité ejecutivo» aventurero e irresponsable para que repita lo que ocurrió en febrero de 2008 cuando lanzó al magisterio a la huelga inexplicablemente en el peor momento.
Al finalizar la asamblea, el «comité ejecutivo», se negó, muy sospechosamente, a explicarle a los delegados sobre los propósitos y condiciones de un préstamo reciente de $125,000 con el que colocan más en precario las ya raquíticas finanzas del sindicato. El tema surgió de las interrogantes planteadas por un delegado afiliado a la Comisión de Maestras y Maestros del Partido Comunista ante el “Informe de Tesorería” presentado en la asamblea por la «vicepresidenta» María Meléndez.
Portavoz
Felix Arroyo
(787) 391-3343