Maestro denuncia oportunismo del liderato sindical

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por Rafael Barredas

Este lunes de 24 de abril mientras los trabajadores del sector público veían la amenaza de la aprobación del proyecto legislativo 938  que se presta a empeorar sus laceradas condiciones de empleo, la presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR), Aida Díaz, anunciaba mesiánicamente haber llegado a un acuerdo con Fortaleza para eximirnos a los maestros de los efectos nefastos de dicho proyecto antilaboral. ¿Se supone que nosotros los maestros respiremos aliviados?  ¿Se supone que celebremos las hazañas de Doña Aida?

Este proceder de los dirigentes de la AMPR hace más que evidente que representan lo peor del sindicalismo. No tan solo la AMPR se convirtió en representante único del magisterio de maneras cuestionables, sino que encarna la burocratización inmovilista que solo beneficia al patrono. En momentos  en que los trabajadores puertorriqueños viven un momento crítico de lucha ante la austeridad que receta la Junta de Control de Fiscal en aras de pagar un deuda ilegal, ilegítima y criminal,  Aida Díaz se presta para jugar el papel conciliatorio entre el gobierno antiobrero que sigue con gusto las órdenes a los buitres de Wall Street. Las acciones de la directiva de la Asociación no solo muestra una insolidaridad vergonzoza con el resto de los empleados públicos, sino que también propician la inmovilización del magisterio, que es unos de los grupos laborales con mayor potencial de movilización y organización para jugar un rol importante en esta lucha contra el saqueo imperialista. Además, pecan de ingenuida, o de deshonestidad, quienes negocian con gobiernos pactos que pueden ser revocados por la Junta de Control Fiscal.

 

No hay duda de que quienes controlan la AMPR representan a los enemigos de los trabajadores dentro del movimiento obrero, por contradictorio que esto parezca. Son cómplices del gobierno colonial que nos vende a los parásitos financieros de Wall Street con los ojos puestos en la migaja que les pueda caer en sus manos. La AMPR no trabaja para los maestros que dice representar. Por el contrario, trabaja para el gobierno colonial y para los bonistas carroñeros que pretenden enriquecerse mientras empobrecen aún más a la clase trabajadora.

Pero afortunadamente, grandes sectores del magisterio no le reconocemos ningún liderazgo a la Asociación, y se disponen a unirse a la lucha obrera contra los golpes neoliberarles que nos acechan.

Ahora más que nunca, nosotros los maestros, incluídos los afiliados a la Asociación de Maestros, debemos organizarnos para integrarnos a la lucha del magisterio y al movimiento obrero que se juega la vida en esta
coyuntura histórica.

 

 

Nota: El abayarderojo.org es el periódico de la clase trabajadora, este escrito es de un trabajador en colaboración con la sección «Los trabajadores hablan» si quieres aportar un escrito escríbenos a info@abayarderojo.org ¡Seguimos combatiendo al opresor!