Gobierno concederá créditos contributivos a bonistas de patio

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Wall Street
Los intereses de la clase obrera y de la burguesía son irreconciliables. Por eso insistimos en la necesidad de la organización independiente de la clase obrera como condición indispensable para responder a la crisis.

Por: Rogelio Acevedo

Ya la agrupación de capitalistas llamada Bonistas del Patio comienzan a ver resultados de la intensa campaña mediática que han llevado por los pasados meses. Tal y como denunciáramos recientemente, los llamados “bonistas del patio”, al verse desplazados en la lucha contra otras agrupaciones de bonistas para el proceso de negociación de la deuda, y luego de cabildeos intensos y campañas mediáticas, lograron un gesto de Rosselló para que el gobierno destinara $150 millones para el pago de intereses que se colocarán en una cuenta custodiada por el tribunal federal. Sin embargo, ese “gesto de buena voluntad” de Rosselló no ha sido suficiente y han logrado un compromiso de la legislatura del territorio a obtener créditos contributivos como compensación por sus pérdidas. Esta medida está siendo apadrinada por los presidentes de los cuerpos legislativos, Rivera Schatz y Johnny Méndez, ahora convertidos en paladines de la lucha contra la Junta de Wall Street (JWS).

Contrario a lo que plantean en su cándida campaña de medios, la mayoría de los bonistas del patio (tenedores de bonos de obligación general o GOB) no son jubilados y cooperativas, sino firmas de inversionistas. Estos plantean en su campaña que sus intereses y los de las masas trabajadoras son los mismos y que el pago de la “deuda constitucional será bueno para Puerto Rico”. Es decir, que nos beneficiará más pagarles a estos parásitos que utilizar nuestros escasos recursos en atender las profundas necesidades que tiene nuestro pueblo.

Pero cualquier persona sensata preguntará de inmediato: ¿si el gobierno está en quiebra cómo se toman medidas que eliminan la posibilidad de ampliar sus ingresos? Esta medida, aparentemente contradictoria, está en perfecta sincronía con la nueva reforma contributiva impulsada por la JWS, que básicamente duplicará la carga del sostenimiento del aparato gubernamental sobre los hombros de las masas trabajadoras por medio del aumento del costo de “servicios” del gobierno, impuestos sobre la propiedad, entre otras.

¿En qué consisten estos créditos y cómo afectan los ingresos del gobierno? Veamos.

En términos sencillos, el crédito consiste en que los bonistas de GO’S puedan revender sus bonos al precio que están cotizando en el mercado a otros individuos o empresas, quienes por la compra de esos bonos degradados se les eximirá del pago de contribuciones al gobierno del territorio. Aunque pareciera una medida para “sacar del hoyo” a los bonistas del patio, en realidad el beneficio se extiende a otros inversionistas, quienes comprando bonos chatarra lograrán jugosas exenciones contributivas. Esta apuesta trae la preocupación de que se inunde el mercado de bonos GO y que provoque una caída aún mayor de su valor. Desde luego, esa reventa de bonos beneficiará exclusivamente a las principales firmas de inversión que poseen GO’S como Barclays, Morgan Stanley, Merrill Lynch, Goldman, Sachs, USB FS Puerto Rico, First Bank, Popular Securities, Santander Securities, Oriental Financial Services.

Surge entonces la pregunta: ¿cómo se benefician estos bancos y firmas de inversión en vender y comprar bonos muy por debajo de su valor? Precisamente, muchos de estos nombres han sonado en los distintos procesos de privatización de la propiedad pública quienes por diferentes vías se han apoderado de estos activos, como es el caso de las autopistas. Mientras venden bonos chatarra, obtendrán lucrativas exenciones contributivas por las múltiples operaciones que conducen en nuestro país, las cuales se extenderán al amparo del plan de saqueo general estructurado desde Promesa. Y mientras los bonistas del patio, podrán haber logrado una victoria momentánea, en el largo plazo quedarán en la estocada, particularmente los pensionados y cooperativas.

Esta es una muestra más de que la clase parasitaria que gobierna nuestro país no representa los intereses de las mayorías y solo “trabajan” para apoderarse de nuestros recursos y colocar la carga de la explotación sobre nuestros hombros. Es por esto que solo en una sociedad dirigida por la clase obrera lograremos poner a raya los parásitos financieros por medio de la nacionalización de la banca y con la anulación de todos los contratos que privaticen bienes públicos.